Desde esta primera entrada del blog quiero expresar mis saludos y agradecimientos a todas las personas que, en algún momento, puedan acercarse a estos “Carabancheles perdidos” guiados por la curiosidad o la casualidad. El blog que hoy se inicia intentará ofrecer una serie de retazos acerca de lo que fueron los Carabancheles en otros tiempos, bastante lejanos o casi inmediatos, centrándose en las instituciones y rincones urbanos que pueden explicar una parte de la historia compleja y casi olvidada de aquellos territorios.
El título del blog da buena cuenta del enfoque desde el que se desea trabajar. En primer lugar, tenemos a “los Carabancheles” en plural. Y no sólo porque hubo dos pueblos, el Alto y el Bajo, sino porque las realidades de Carabanchel han sido muy heterogéneas, especialmente en los últimos doscientos años de dilatada historia estrechamente vinculada a la ciudad de Madrid. Gracias a su cercanía a Madrid y a sus excelentes condiciones medioambientales, bien conocidas en la Corte al menos desde el siglo XVIII, las humildes aldeas del Alto y del Bajo se convierten a mediados del siglo XIX en lugar de veraneo favorito de los aristócratas y burgueses madrileños. Por aquellas fechas, la industrialización da en los Carabancheles frutos discretos pero duraderos y propicia el desarrollo de uno de los principales barrios del Bajo, el de los Mataderos. También a mediados de ese siglo, la villa de Madrid se apropia de los territorios carabancheleros situados junto al Manzanares y la Ermita de San Isidro, estableciendo allí algunos de los principales cementerios de la capital. Ya a partir del final del siglo XIX, frente a un Madrid que no para de extenderse, Carabanchel empieza a acoger en masa mucha población emigrante en busca de oportunidades, apareciendo nuevas barriadas, y se transforma en morada de una gran cantidad de establecimientos militares, sanitarios y educativos de diversa índole. Tras la Guerra Civil y, sobre todo, tras la anexión a Madrid en 1948, los antiguos pueblos se convierten en barrios de Madrid y no tardan en aparecer numerosas colonias de bloques de pisos que provocan la desaparición de las tierras de labor y los escasos bosquecillos que aún pervivían en las afueras. Por fin, a principios de los años setenta, ante la desmesurada expansión urbanística, el Ayuntamiento de Madrid decide dividir el antiguo territorio de los Carabancheles en varios distritos, en una época de profundo y definitivo cambio en la configuración urbana de la zona.
Tal periplo histórico nos permite entender la complejidad social de los Carabancheles en el pasado. Hubo un Carabanchel de aristócratas y campesinos, de burgueses y obreros, de religiosos y militares. La diversidad de su estructura urbana y de la arquitectura de sus edificios fue una de las principales manifestaciones materiales de ese hecho. Las quintas de recreo, las industrias y comercios, las huertas y pajares, los hotelitos de las colonias, las casas de vecindad de las barriadas obreras, los cementerios y sacramentales, los conventos e iglesias, los hospitales y sanatorios, las plazas de toros y campos de fútbol… Fueron el reflejo de la vida de los Carabancheles, siempre en relación continua e intensa con Madrid. Desde este blog vamos a fijarnos en algunos rincones de ese Carabanchel desaparecido. Y llegados a este punto hemos de volver al título del blog; los Carabancheles “perdidos”, pues buena parte de lo que podríamos denominar patrimonio histórico de los antiguos pueblos se ha perdido o, mejor dicho, se ha dejado perder. No será este el lugar de la reivindicación o la denuncia, ni siquiera de la nostalgia, aunque sí tendrá cabida la reflexión acerca de la necesidad de conservación del patrimonio que aún permanece.
No es mi intención ofrecer un estudio histórico, sociológico, urbanístico o arquitectónico de los Carabancheles en tiempos pretéritos. Esa ha sido la labor de un puñado de investigadores a los que debemos reconocer el inmenso valor de destapar el pasado de la zona. Entre ellos podríamos destacar, en primer lugar por orden cronológico, a Rafael López Izquierdo, periodista divulgador de la historia y el patrimonio de los Carabancheles desde los periódicos en los años sesenta y setenta. En segundo lugar tenemos a Antonio Moreno Jiménez y a José María Sánchez Molledo, autores de sendas historias generales de Carabanchel. Y, por último, hemos de recordar a Miguel Lasso de la Vega Zamora y Eva Rodríguez Romero, autores de exquisitos tratados centrados en las antiguas quintas de recreo carabancheleras.
Las obras de todos estos autores han sido estudiadas en profundidad y completadas y contrastadas con otras obras de investigación o divulgación de los Carabancheles. Todo ello, junto a numerosos reportajes, reseñas y noticias periodísticas procedentes de las hemerotecas digitales (principalmente la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca del diario ABC) y junto a la información cartográfica y de fotografía aérea procedente de diversas instituciones públicas (principalmente el Archivo Histórico del Ejército del Aire, el Visor Cartográfico digital de la CAM “Planea”, así como el callejero virtual “Nomecalles” del Ayuntamiento de Madrid) constituyen las principales fuentes de información consultadas. Del estudio comparado de todas esas fuentes surgirá la propuesta personal de cada cuestión concreta, manifestada en cada artículo, la cual dará cuenta exclusivamente de la visión del tema que tiene el autor de este blog.
Espero la participación activa de los lectores a través de sus comentarios, aportando más información, enmendando errores e inexactitudes o, simplemente, expresando su opinión o compartiendo sus vivencias como vecinos del barrio. Asimismo, este blog pretende ser un espacio abierto a otras iniciativas semejantes, pues en los últimos años ha surgido un interés especial en la historia de Carabanchel que está presente en internet a través de diversos grupos en las redes sociales, de las páginas de las asociaciones de vecinos y de algunas páginas web dedicadas a la actualidad y pasado de estos barrios, entre las cuales podemos destacar Karabanchel.com; también desde la Administración se están desarrollando algunos proyectos interesantes, como el de Memoria de los Barrios.
Sólo me falta desear a los lectores que pasen buenos ratos leyendo estas historias, que son las de su barrio. Un barrio madrileño cuyo pasado puede llenar muchas páginas de historia en minúsculas y también en mayúsculas, un barrio que todavía es consciente de su peculiar identidad dentro de la gran urbe.

Plano de la primera mitad del siglo XX en el que aparece buena parte de los términos municipales de Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo (Fuente: Visor Cartográfico Planea).
Fuentes consultadas
· Visor Cartográfico Planea (http://www.madrid.org/cartografia/visorCartografia/html/visor.htm)